Pamela Penau

Pamela Penau
CORDOBA 22. ABRIL. 2011

jueves, 17 de julio de 2008

"Hay un rumor en el aire..."

Como en la fotografía de la costanera de Gualeguaychú: así está el corazón de la poeta, con sus delirios de amar lo que practicamente cree imposible, un desvelo para ella es una caricia, una razón de ser puede ser una poesía, y un abrazo: una lágrima en su mejilla...
Se aferra a amar a un imposible, a lo que su habitación recuerda como un gran amor... El silencio de las musas desfila por una pasarela de cristal.
Las heridas en su piel son marcas del presente, la soledad es como la noche para Arjona "es una puta divertida, pero cobra factura". Los afectos se aroman en el aire... hay un adiós que espera por ella, y un barco al que no llega a tiempo.

jueves, 27 de marzo de 2008

Pasos de poeta...

Musas... poemas... paisajes... historias de amor...ríos... pasión... pasos de poetas. ¿Será que si no me enamoro no escribo, y sólo profetizo en un papel en blanco esperando el certero suceso? otra vez me vuelvo a enamorar, otra vez el mismo martillo golpea las puertas del deseo. Las musas se esconden en mi cuarto de hotel, y Andrés cada noche las encuentra en el mismo rincón, con la misma tertura de niño que lo caracteriza. Entre la muerte y el cielo intento hallar otro horizonte, lejos de la realidad circunstancial. La muerte me mira cada noche de reojo, esperando con ansias mi descenso. El cielo no hace más que llorar... yo me paseo como cada madrugada por los pasillos buscando los fantasmas que dehambulan por aquí para preguntarles si por casualidad... ¿me quedaré con ellos para verlos cada noche a Andrés... o si el cielo dejará de llorar y me elevará con la luna?... Si alguien encuentra una respuesta... que me avise... El amor y el morboso frío golpean todas puertas del hotel, a unos los sumergue en profundas pasiones y los exita con la oscuridad, a otros los exilia para que no se suiciden, y a otros, como a mí, nos invitan con tristeza a llorar acurrucados en una habitacion de tres por dos...

viernes, 21 de marzo de 2008

En la murralla del olvido...

El hotel me conmueve, me enamoran sus historias, su fachada un tanto antigua, le da a Gualeguychú la esperanza de recrear sueños que han quedado dormidos en las calles, historias de amor que me han contado en algún bar de paso en alguna noche, y los infaltables sucesos terrorificos de muertos, fantasmas, espíritus que deambulan por las habitaciones del hotel, que más de una noche se tomaron el atrevimiento de acompañarme mientras le escribía poemas a "aquel que la muerte no lleva" o a "mi perfecto bandido"... ya no les temo, los lugareños cuentan una y otra vez las mismas anécdotas que los refieren. A Victor puedo decirle que la melancolía me abandonó (o yo la abandoné), para ser sincera: con ella nunca nos llevamos bien, hoy quiero formar parte de este nuevo mundo que figura al final de mapa de Entre Ríos. De Paraná me traigo lo mejor, y el abrazo de cada uno de mis amigos, y las conmovedoras lágrimas de mi madre de la última vez que la vi, en el que fue mi hogar...